Hubo un tiempo en que un ángel y un demonio se enamoraron e imaginaron un mundo diferente.
Pero no era el mundo en que vivían.
Una historia dividida entre dos mundosEl nuestro, el de ellosUna chica y dos pasadosEl humano y el quiméricoUna guerra y dos ejércitosÁngeles contra demoniosUn don y dos deseosPaz y venganzaPero una única historia de amorUn amor capaz de cambiarlo todo
Primera frase:
"El cielo aparecía pesado y gris sobre los tejados de cuento de hadas y todo el mundo permanecía atento."
Cuidado, hay spoilers de su primera parte, Hija de humo y hueso.
Tras descubrir la oscura verdad sobre Akiva, Karou se ha adentrado sola al mundo de Eretz. Inhóspito, cubierto de ceniza y desolado, los ángeles se encargan de perseguir y liquidar a cada una de las quimeras restantes, incapaces de poner fin a una larga guerra. No obstante hay algo que no esperan: una nueva resucitadora seguirá los pasos de Brimstone, creando los monstruos más salvajes, abominables y sangrientos y restituyendo a una resistencia sedienta de venganza.
Hija de humo y hueso me gustó, pero Días de sangre y resplandor me ha enamorado. Es simplemente brutal la diferencia entre esta segunda parte y la primera. En esta ocasión nos encontramos con un libro muchísimo más maduro, sangriento y despiadado. 500 páginas de pura acción y un torrente de adrenalina que te atrapa en cada frase; nuevos - y mejores - personajes, escenas impactantes, intrigas palaciegas, monstruos despiadados y el impoluto y descriptivo estilo literario de Laini Taylor.
A través de distintos puntos de vista, el lector va descubriendo todos los elementos y repercusiones que la victoria de los ángeles contra las quimeras ha supuesto para Eretz: la liquidación paulatina de cada una de las quimeras, la degradación de los esclavos, la destrucción total mediante piras y más piras de muerte y destrucción... Además, de esa forma descubrimos a nuevos personajes, tanto por parte de las quimeras como de los ángeles, detalle que hará que nos encariñemos con ellos incluso más que con los principales (Ziri y Liraz ♥), y que tienen cierta importancia en el desarrollo de los acontecimientos de forma totalmente inesperada.
A través de distintos puntos de vista, el lector va descubriendo todos los elementos y repercusiones que la victoria de los ángeles contra las quimeras ha supuesto para Eretz: la liquidación paulatina de cada una de las quimeras, la degradación de los esclavos, la destrucción total mediante piras y más piras de muerte y destrucción... Además, de esa forma descubrimos a nuevos personajes, tanto por parte de las quimeras como de los ángeles, detalle que hará que nos encariñemos con ellos incluso más que con los principales (Ziri y Liraz ♥), y que tienen cierta importancia en el desarrollo de los acontecimientos de forma totalmente inesperada.
Creo que uno de los puntos más satisfactorios de esta segunda parte es la coherencia de Karou y su gran evolución como personaje. Akiva ha cometido un hecho tan grave, una traición tan sangrienta, que no puede ser perdonada. En muchas otras novelas, nos encontramos que las rencillas del pasado se arreglan en dos capítulos, porque el amor lo puede todo, bla bla bla. Aquí no: a pesar de que Karou sigue enamorada de Akiva - porque una cosa no quita la otra - sabe muy bien lo que ha hecho, y que por mucho que lo intente, nunca será capaz de mirarle a los ojos y no ver en ellos a un asesino. Por otro lado, en Días de Sangre y Resplandor, Karou ha madurado muchísimo, y sufre con entereza unas situaciones que superarían a cualquiera.
Y el final... Qué final. Las últimas cien páginas de esta segunda parte son un torrente de acción: asesinatos, traiciones y alguna que otra maquinación se entrelazan hasta destapar algunos de los muchos secretos que pueblan esta guerra ancestral; pero por cada incógnita que resolvemos, se nos aparecen diez más, y entramos en un círculo vicioso del que no saldremos hasta que lleguemos al punto final de Dreams of Gods and Monsters, tercera y última parte de la trilogía.
Y el final... Qué final. Las últimas cien páginas de esta segunda parte son un torrente de acción: asesinatos, traiciones y alguna que otra maquinación se entrelazan hasta destapar algunos de los muchos secretos que pueblan esta guerra ancestral; pero por cada incógnita que resolvemos, se nos aparecen diez más, y entramos en un círculo vicioso del que no saldremos hasta que lleguemos al punto final de Dreams of Gods and Monsters, tercera y última parte de la trilogía.
En conclusión: si no habéis leído esta saga, no sé a qué estáis esperando. Hija de humo y hueso es una saga que supone un cambio increíble en la literatura juvenil, una saga con un elenco de personajes magnífico y un ritmo de acción trepidante. Mejor dejad todo lo que sea que estéis haciendo y sumergiros en el mundo creado por Laini Taylor, os prometo que no os defraudará.