Reseña: La profecía del cuervo

La profecía del cuervo · Maggie Stiefvater

Páginas: 424 · Precio: 14,90€
BookDepository / Goodreads  · The Raven Boys 1/4

Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar.
Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo.
Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.

Primera frase:

"Blue Sargent ya no recordaba cuántas veces le habían dicho que mataría a su amor verdadero."

Maggie Stiefvater fue mi gran descubrimiento del año 2013. Conocida por tener una pluma poética, evocadora e intensa y unas tramas sencillas pero absorbentes, me enamoró por completo con el inicio de la trilogía Los Lobos de Mercy Falls, Temblor, y su novela auto-conclusiva Las carreras de Escorpio, declarando a los cuatro vientos que iba a ser una autora de la cual iba a devorar toda su bibliografía sin pensármelo dos veces. No obstante, The Raven Boys: la profecía del cuervo, ha supuesto un jarro de agua fría. 

Mezclando ciencia y superstición, deseos e imposibles, Maggie Stiefvater vuelve a eliminar la línea que separa la ficción de la realidad, creando un mundo perfectamente creíble. Blue Sargent ha crecido en el seno de la familia más peculiar de Henrietta, una casa repleta de mujeres videntes y otros poderes psíquicos... que le han advertido innumerables veces que matará a su amor verdadero. Tarea fácil, hasta que cuatro chicos pertenecientes a la escuela más elitista del pueblo entran en el juego, buscando un secreto que podría poner la vida de todos en peligro.

Narrada en tercera persona, la autora va alternando los distintos puntos de vista de algunos de los personajes del elenco principal, aportando la dosis justa de información para mantener al lector en vilo mientras intenta encajar todas las piezas. No obstante, y pese al potencial que tenía la trama, Maggie Stiefvater no ha sabido vendérmela: a pesar de que el libro se lee en un santiamén, me ha parecido insulsa, poco interesante y aburrida, tanto, que todos los personajes se vieron resentidos hasta el punto de prácticamente aborrecerlos... detalle que, por suerte, mejoró en las últimas páginas, aunque no a tiempo para quitarme el mal sabor de boca.

Como es común en la autora, el desarrollo de los personajes supone un punto clave en la historia: nos encontramos ante un variopinto elenco de protagonistas, cada uno bien caracterizado, con sus luces y sombras y una constante evolución desde el primer capítulo... aunque, curiosamente, ese aspecto solamente incluye a los chicos del cuervo, puesto que nuestra protagonista, Blue (¿EN SERIO? ¿BLUE?), ha supuesto un personaje insulso y soporífero, nada que ver con las fuertes y carismáticas protagonistas femeninas presentadas en sus libros anteriores.

 Por otro lado, nos encontramos con una novela meramente introductoria, la cual nos presentará los secretos de las líneas ley, los poderes de la familia de Blue, y ahondará poco a poco en cada uno de los personajes que protagonizarán los tres siguientes libros que completan la serie. Todo esto supone un inicio de saga con un ritmo lineal y plácido, que comprime toda la dosis de acción en las últimas 150 páginas, las cuales nos dejarán con millones de enigmas sin resolver y, pese a todo, deseando conocer su continuación.

En conclusión, pese a tener una idea base original y una bibliografía que le precede, Maggie Stiefvater no ha logrado conquistarme con este nuevo inicio de saga: esperaba algo más que una novela que simplemente me entretuviese. ¿Dónde están esas escenas delicadas y poéticas? ¿Esos diálogos ingeniosos? No obstante, espero darle una oportunidad a su segunda parte, puesto que la misma autora afirmó que es el libro del que se siente más orgullosa. ¿Superaremos este bache en nuestra relación, Maggie?

Gracias a SM por el ejemplar.