Reseña: The Last Time We Say Goodbye

The Last Time We Say Goodbye,
de Cynthia Hand
Páginas: 400 · Saga: /

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Estamos rodeados de muerte.

Simplemente no prestamos atención.
Hasta que lo hacemos.

La última vez que Lex estuvo feliz, fue antes. Cuando tenía una familia que no estaba rota. Un novio al que quería. Amigos que no la miraban como si fuera a romperse de un momento a otro.
Ahora es la chica cuyo hermano se suicidó. Y parece que es lo único que siempre será.
Lex intenta recomponer su vida, bloqueando todo lo que pasó la noche en que Tyler murió. Pero hay un secreto que no ha contado a nadie… un mensaje que él envió, algo que podría haberlo cambiado todo.
Tyler ya no está. Pero Lex está a punto de descubrir que un fantasma no tiene por qué ser real para impedirte avanzar.

Sinopsis traducida por Adriana.   

Sorry Mum but I was below empty.

Me gustan los libros dramáticos. Aquellos en los que la gente muere o llora o sufre y el lector acaba  hecho bolita con un montón de sentimientos que ni sabía que podía experimentar.

Pero la cosa es que no me basta con eso. También tiene que tener una evolución, un desarrollo realista de los personajes. Que sienta que su dolor es mi dolor. Que todo podría haberme pasado a mí. Que no sepa dónde acaba el protagonista y dónde empiezo yo.

Lamentablemente, ahí es dónde ha fallado The Last Time We Say Goodbye.

¿Qué me ha gustado?

· El amor no lo cura todo: todo vuelve a la frase de Las ventajas de ser un marginado "Aceptamos el amor que creemos merecer". Porque cuando alguien está roto y siente que hay una cortina invisible que le separa del mundo, es incapaz de abrirse a los demás. No importa cuántos caballeros de brillante armadura aparezcan en su camino: Lexi no podrá volver a amar hasta que no sienta que vale algo, cuándo se levante por sí misma.

· Tyler: sólo le conocemos a través de los recuerdos de Lexi y las palabras de los demás, pero probablemente es el personaje más tridimensional de todo el libro y probablemente también el más carismático: con su humor tonto, con la ternura con la que trata a su hermana (hey, sis) y su ridícula "uniceja" maquillada.

· La redención: A mí me construyes un camino pedregoso hacia la redención y me tienes vendida. Me apasiona leer sobre los pequeños detalles; cómo alguien tropieza con una piedra, se levanta y la patea fuera del camino. Es una temática que necesita que el lector se sienta connectado con el protagonista, y ahí Cynthia Hand lo ha bordado.

· La portada: Vale, sé que es algo muy superficial que comentar, pero escuchadme: me encanta cuándo la edición se esfuerza en reflejar el interior del libro, cuándo se nota que han buscado la imagen más impactante de la narración (un post-it pegado en la esquina inferior del espejo con las últimas palabras de Ty) para que el lector no pueda quitársela de la cabeza. Además, no está de más comentar la fantástica composición y balance de colores.

¿Qué no me ha gustado? 

· Divorcio parental como desastre número 1: Osea, basta. Estamos en el siglo XXI, pero parece que los estadounidenses son incapaces de aceptar la idea de que unos padres divorciados no tienen como consecuencia directa a) drogas b) suicidios o c) todo lo anterior. Obviamente, Hand no dice que el motivo del suicidio sea ese, pero sí un detonante.
Me irrita muchísimo seguir leyendo sobre ese odio al padre que rehace su vida al darse cuenta de que ya no es feliz. Una familia rota no debería basarse en si el ideal de familia se cumple o no, sino en cómo las figuras parentales tratan, respetan, cuidan y quieren a sus hijos y entre ellos. El padre de Tyler y Lex se desvive por ellos, trata con un cuidado infinito a su ex-mujer y se esfuerza cada día: pero ellos le odian por tener el valor de romper su perfecta e ideal familia. Por tener la absurda idea de que merece ser feliz.

Y sigo con el libro, perdón.

· Suicidio número 2: El típico ejemplo de "hecho dramático que no aporta nada a la historia pero que añadimos porque no tenemos nada mejor que decir" o "no sé por dónde tirar la historia para intentar añadirle misterio".

· Desarrollo plano: Realmente, este fue mi mayor problema con The Last Time We Say Goodbye. La lectura fue entretenida, lloré como una magdalena en muchas escenas y subrayé otras, pero en general sentía que no me aportaba nada. Que era otra historia sobre suicidas del montón. No había nada que le hiciera brillar o destacar por sobre los demás. Y, al final, sabes que este tipo de libros son de los que te hablan dos meses después y no puedes recordar nada más que la idea general.

¿Lo recomiendo?

Me cuesta mucho decir que no recomiendo un libro. En sí, lo he disfrutado (recordatorio de que 2 estrellas es "está bien/ it was OK") y tiene buenos momentos... simplemente no me ha marcado como esperaba o necesitaba. Me consta que otras personas opinan todo lo contrario, así que supongo que vale la pena que le deis una oportunidad para ver de qué equipo sois.

"But there's the thing. That futuristic society where everybody is drugged to be happy, all the time, no matter what happens, it's horrible -monstrous, even-; it's like the end of humanity. Because we are supposed to feel things, Dave. My brother died, and I'm supposed to feel it.”