Reseña: Promesas que perduran

Promesas que perduran · Sarah McCarty

Páginas: 384 · Precio: 18,95 €
Página del libro: Pàmies (Phoebe) · Serie: Promesas 3/5

Clint McKinnely lleva tiempo cortejando a todas las chicas de Cheyenne con la esperanza de encontrar a la mujer adecuada con la que casarse. No obstante, la única que realmente le atrae es Jenna Henesey, una hermosa joven que enviudó trágicamente durante un incendio. Pero Jenna es esquiva. Se mantiene alejada y fría, como si temiera a cualquier hombre que se le acerque. Todo eso cambiará una noche, cuando Clint descubre que la mujer por la que se siente atraído se encuentra herida y, además, tiene un bebé del que cuidar. En ese momento tomará la decisión de contraer matrimonio con ella, esperando así solucionar todos sus problemas. Pero Jenna esconde un terrible secreto, un misterio que la persigue y que amenaza su cordura, y Clint comprenderá que no importa que la salvara una vez de las llamas: ahora tendrá que salvarla de nuevo de un peligro mucho mayor y arriesgarse a perder su propio corazón en el intento.

Reseña

De la pluma de Sarah McCarty nos transportamos a la época del antiguo oeste del siglo XIX, donde los saloon, los sheriff, los indios salvajes y los tiroteos completan un escenario diferente, seductor y misterioso. Promesas que perduran es la tercera parte de una saga de cinco libros que se pueden leer de forma totalmente independiente, aunque os recomendaría que los leyerais por orden: yo sólo he leído éste y, a pesar de que no he tenido ningún problema para seguir el hilo, hubo algunos detalles que me hubiera encantado entender mejor, como las relaciones que se describen en las partes anteriores (Puma y Mara, Elizabeth y Asa).

En esta ocasión, el romance recae en dos protagonistas totalmente opuestos: por un lado Clint McKinnely es un apuesto, voluble y temible indio que ha cortejado a todas las mujeres de Cheyenne en busca de la esposa perfecta. Por otro lado, Jenna Henesey es un personaje torturado física y psicológicamente por los hombres a los que se ha visto sometida, creando en ella un fuerte sentimiento de inferioridad y de temor. Pero, cuando Clint descubre el secreto de Jenna, decide pedirle matrimonio y así salvarla de los peligros que ese secreto supone. ¿Cómo podrán, un ser tan vulnerable y otro tan tosco, amarse?

Lo que me ha encandilado totalmente de este libro es, sin lugar a dudas, el personaje de Jena Henesey. A pesar de resultar cargante en algunos momentos, me fascinó esa protagonista tan... Destrozada. En la literatura suele jugarse bastante con el tópico del pasado tormentoso, pero en el caso de Jena va más allá. A medida que el personaje va evolucionando - de forma lenta pero progresiva - el lector va descubriendo el por qué de sus traumas y es prácticamente imposible que no se le ponga la piel de gallina. El personaje de Clint no me pareció tan completo, y en diversas escenas su comportamiento me parecía totalmente inadmisible: además de ser celoso, posesivo, arrogante y autoritario... ¿Cómo amenazas con molerla a golpes cuando eso es exactamente lo que la tiene tan asustada? Por mucho que todos sepamos que no lo va a hacer, me parece absurdo. Ya sé que es la época, la sociedad y las costumbres, pero si yo me casara con Jenna NUNCA le alzaría la mano, y menos conociendo su pasado.

Por otro lado, hay un par de detalles que me dejaron un poco descolocada ya que me daba la impresión de que no eran muy característicos de la época. En una escena, por ejemplo, Clint usaba bolas chinas (creo que se llaman así) un juguetito que me parecía más normal en 50 Sombras que en el salvaje oeste. No sé. cuando ocurren esas cosas es como si la burbuja en la que te sumerjes al leer estallara por completo.

Pero a pesar de estas partes negativas he disfrutado con la lectura, incluso aunque la saga tira más para erótica que para romántica. McCarty tiene una forma de escribir amena, ágil y directa, con unas descripciones y unos personajes sublimes. Estoy deseando leer más libros de la saga, sobretodo aquellos protagonizados por Asa y el "Cura", ya que ambos poseen unas personalidades magnéticas.

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Puntuación: 6,5/10

HANNAH

*Gracias a Pàmies por el ejemplar.