Reseña: El libro de las cosas perdidas, de John Connolly

¡Buenos días queridos lectores! Sé que ha llovido bastante desde mi última actualización por culpa de las vacaciones, pero vuelvo a la carga con una reseña que espero que disfrutéis. ¡Un beso! <3

¿Alguna vez habéis sentido de que no habéis encontrado un libro, si no que él os ha encontrado a vosotros? ¿Qué después de eso, desde la primera línea hasta la última parece estar escrita para ti? Pues eso es lo que me pasó a mí con El libro de las cosas perdidas. Vale, sí, puede sonar muy Zafón – Porque al fin y al cabo, ¿Quién no recuerda el Cementerio de los libros olvidados? – pero eso no lo hace menos real.

He de reconocer, que fue leer el primer capítulo y ya supe que no podría soltarlo: desde el principio, Connolly nos sumerge en el mundo del pequeño David, quien, incapaz de afrontar la muerte de su madre y el nuevo matrimonio de su padre, se adentra en un mundo paralelo donde reina el caos y en el que debe afrentarse a numerosos peligros para poder encontrar al Rey y volver a casa con la ayuda de el llamado “Libro de las cosas prohibidas”.

Una cosa que me ha sorprendido del personaje de David es que el autor nunca cae en el prototipo de “niño estúpido que no se da cuenta de qué ocurre a su alrededor”. En vez de eso, crea un personaje inteligente, valiente pero sin sobrepasar los límites.

Este detalle se repite a lo largo de todo el libro: Connolly crea unos personajes únicos, bien perfilados, con sus secretos y sus motivaciones, detalle que añade más profundidad y dinamismo a la historia.

Otro detalle importante – de hecho el más importante – es que todo el libro parece un cuento de los hermanos Grimm. Desde el tono, el uso del lenguaje, los personajes arquetipos hasta el tono macabro y sádico que poseen esos cuentos endulzados a base de mucho Disney. ¡Pero no solo eso! En diversas escenas, nos encontramos con las versiones más sorprendentes de los cuentos que llevamos escuchando toda nuestra infancia: desde una Caperucita Roja que acosa sexualmente al Lobo feroz hasta unos enanitos comunistas. (Que conste que aunque esto parezca gracioso, el libro no lo es para nada: es triste, con escenas de lo más sanguinarias – intentando no salirse de la literatura juvenil – y con un argumento muy bien armado.)

Finalmente, hay otro detalle que me recuerda a ese estilo “cuento de hadas”: al igual que en “Alicia en el país de las maravillas”, el "Libro de las cosas prohibidas" puede tener dos interpretaciones: una puramente simbólica – dónde el otro mundo es una artimaña del subconsciente de David para escapar de sus miedos e inseguridades y otra más fantástica, en la que todo ha ocurrido de verdad. Yo, que soy una fantasiosa sin remedio, prefiero pensar que todo ha ocurrido de verdad. 

¡Ay, se me olvidaba! Otra cosa que me ha dejado más que encantada es que al final del libro, Connolly incluye los cuentos originales en los que se basó para la novela, analizando sus orígenes y comentando cómo se le ocurrió la idea del nuevo argumento. A mi personalmente, es un detalle que me eeeeencanta, porque... ¿A quién no le gusta leer de vez en cuando el cuento original de La Bella y la Bestia? ¿O el de la Blancanieves y los siete enanitos? 

  VALORACIÓN FINAL  

"El libro de las cosas prohibidas" es un libro que no lees: devoras. El argumento no decae en ningún momento, todo lo contrario: cada capítulo contiene algo totalmente sorprendente e inesperado. Tiene absolutamente todos los ingredientes necesarios que considero imprescindibles en un libro y no puedo más que decir cosas buenas sobre él. De veras espero que con esta reseña pueda llamar más la atención hacia esta obra maestra, ya que es una pena que haya pasado tan desapercibida. Por lo tanto, mi nota no podría ser menos que…

9.5